30 años desde la creación de la tarjeta sim y su necesidad en el IoT

Según informaciones recogidas en el periódico la nación, han pasado ya 30 años desde que la compañía Giesecke+Devrient (G+D) entregó al operador GSM finlandés Radiolinja, actualmente Elisa, la primera tarjeta SIM comercial usada por vez primera en el mundo en 1991. Desde entonces, se ha pasado por la e-sim y por su aplicación en el IoT, un camino donde aun le queda mucho por recorrer. Pese a que los usos y la tecnología ha evolucionado, 30 años después, la SIM sigue siendo un microprocesador y un sistema operativo que proporcionan acceso seguro a la red móvil, continúa siendo una solución única y lo seguirá siendo en el futuro, especialmente en el sector de Internet de las Cosas (IoT), donde actualmente se centran las innovaciones.

A pesar de ser 1991 el año en que comenzó a usarse este tipo de tarjetas, las tecnologías que la sustentan se desarrollaron mucho antes de su llegada al mercado y G+D, que registró la primera patente de las tarjetas inteligentes en 1968. Pese a una evolución que se basaba en la reducción de tamaño de las sim, pasando de sim a microsim y después a nanosim, se tuvo que esperar hasta 2012, donde se vio un salto cualitativo con la introducción de la tecnología eSIM. Ésta significó otra revolución al permitir la descarga del perfil SIM en el dispositivo, lo que abrió posibilidades completamente nuevas para la digitalización y la optimización logística. 

A día de hoy, el desarrollo de la SIM sigue avanzando especialmente en el área de IoT, que goza de un rápido crecimiento. No en vano, hay tres propiedades cruciales para garantizar que la gran cantidad de dispositivos en el área IoT, el conocido como "IoT masivo", pueda utilizarse con garantías de éxito: autenticidad de los datos, protección de los datos y seguridad del sistema. Y para ello las eSIM y los eUICC son imprescindibles al cumplir todos los criterios críticos necesarios para el negocio, desde la gestión remota hasta el aseguramiento de la integridad de los dispositivos y de los datos trasmitidos.

Las SIMs integradas son la última evolución de SIM y tienen un potencial enorme al ofrecer numerosos beneficios a la industria IoT. Inicialmente son adecuadas para utilizarse en un nicho de aplicaciones, fundamentalmente en dispositivos IoT pequeños y simples. Y aunque su uso no se generalizará en los próximos años, G+D continuará impulsando activamente este desarrollo con soluciones.